sábado, 29 de diciembre de 2007
¡No tengas miedo!
Espero que estas letras te encuentren con entuisiasmo.
Una de las grandes tentaciones de nuestra generación es el miedo.Y una de las más extendidas.
El miedoso es alguien que apuesta siempre por el «NO» en caso de duda.Se rodea de prohibiciones y murallas y termina provocando los efectos contrarios a los que aspira. Un padre aterrado ante el futuro de sus hijos no tardará mucho en convertirlos en rebeldes.Un viejo que teme la muerte se olvidará de vivir.Un joven dominado por el temor se volverá viejo antes de tiempo.
Hay cambios con los que el mundo avanza (y deben ser apoyados por todos) y algunos con los que se camina hacia atrás. Y habrá que resistir frente a ellos. Pero resistir desde la seguridad de aquello en lo que se cree, no desde el pánico de lo que se teme. El miedoso no se atreve a confesárselo, pero en realidad teme porque no está seguro ni de sus creencias ni de si mismo. Entonces se defiende y patalea. Pero ya no defiende su verdad, sino su seguridad.
No hay que tener miedo. Nunca. A nada. Salvo a nuestro propio miedo.
Mis oraciones siempre por ti....
domingo, 23 de diciembre de 2007
Un Regalo
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
Sólo los humildes pueden ir a Belén y arrodillarse ante la maravilla infinita y el misterio insondable de un Dios hecho Niño y acostado en un pesebre. Sólo la contemplación extasiada llena de fe y de amor es capaz de penetrar –o, mejor dicho, de vislumbrar un poquito al menos— la grandeza inefable de la Navidad. ¡El Dios eterno, infinito, omnipotente e inmortal, convertido en un Niño recién nacido, pequeñito, impotente, humilde, incapaz de valerse por sí mismo! ¿Por qué? Por amor a ti y a mí.
Para redimirnos del pecado, para salvarnos de la muerte, para liberarnos de todas las esclavitudes que nos oprimen y afligen.
Si Dios ha hecho tanto por ti, ¿qué serás capaz tú de regalarle al Niño Dios?
Mis oraciones siempre por ti....
Sólo los humildes pueden ir a Belén y arrodillarse ante la maravilla infinita y el misterio insondable de un Dios hecho Niño y acostado en un pesebre. Sólo la contemplación extasiada llena de fe y de amor es capaz de penetrar –o, mejor dicho, de vislumbrar un poquito al menos— la grandeza inefable de la Navidad. ¡El Dios eterno, infinito, omnipotente e inmortal, convertido en un Niño recién nacido, pequeñito, impotente, humilde, incapaz de valerse por sí mismo! ¿Por qué? Por amor a ti y a mí.
Para redimirnos del pecado, para salvarnos de la muerte, para liberarnos de todas las esclavitudes que nos oprimen y afligen.
Si Dios ha hecho tanto por ti, ¿qué serás capaz tú de regalarle al Niño Dios?
Mis oraciones siempre por ti....
martes, 18 de diciembre de 2007
¡Qué unidos están Belén y Calvario!
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
El pesebre es humildad; la cruz es humillación. El pesebre es pobreza; la cruz es desprendimiento de todo, vaciamiento de sí mismo. El pesebre es aceptación de la voluntad del Padre; la cruz es abandono en las manos del Padre. El pesebre es silencio y soledad; la cruz es silencio de Dios, soledad interior, abandono de los amigos. El pesebre es fragilidad, pequeñez, desamparo; la cruz es sacrificio, don de sí mismo, entrega, dolor y sufrimiento.
Ahora sí hemos vislumbrado un poco más el misterio de Belén, el misterio de la Navidad, el misterio de este Dios Encarnado.
¿Castañuelas, panderetas? ¡Bien! Pero no olvidemos el compromiso serio de este Dios Encarnado…pues en cuanto comience a hablar nos va a pedir: “Niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme”. Entonces nos darán ganas de tirar a una esquina la pandereta, las castañuelas y comenzar a escuchar a ese Dios Encarnado que por amor a nosotros toma la iniciativa de venir a este mundo, para enseñarnos el camino del bien, del amor, de la paz y de la verdadera justicia.
Mis oraciones siempre por ti....
Confianza en DIOS
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
Los actores de cualquier obra teatral o de cine estudian concienzudamente sus diversos papeles, los ensayan una y otra vez, los ejecutan en privado y en público, hasta que los dominan totalmente. La improvisación en este ámbito es preludio de fracaso. No es así cuando Dios decide servirse de los hombres y por amor los elige. María y José son capaces de seguir las inspiraciones y la voluntad de Dios, aunque nadie les ha pasado de antemano sus “papeles”. Dios irrumpe en sus vidas y las “trastorna”. No obliga, seduce. Suscita el amor del hombre y entonces lo lleva por donde no hubiera soñado jamás... Cuando alguien se deja guiar por Dios, debe improvisar, y a pesar de la oscuridad de la fe, al final siempre brilla la luz. La actitud correcta es entonces el abandono en su voluntad.
María y José escriben una historia de amor única e irrepetible porque ambos se fían de Dios. A nosotros nos invitan a confiar más en su gracia que en nuestras cualidades, más en sus planes que en los propios. No hay mejor intérprete que aquel que deja que Dios haga la parte que en su vida tiene asignada ¡que no es poca! Cuando nos empeñamos en caminar dejando de lado su voz y preferimos no saber lo que Él quiere, sin darnos cuenta nos quedamos sin el “apuntador”, sin aquel que sabe en cada momento lo que mejor nos conviene y desea dárnoslo a conocer. Confiemos más y más en el Señor. Digamos con Pedro aquella bella oración: “Señor, a quién iremos, sólo tú tienes palabras de vida eterna”.
Mis oraciones siempre por ti....
jueves, 13 de diciembre de 2007
Don de DIOS
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
¿Podremos ser tan egoístas como para cerrar el conocimiento de la salvación a los demás? Nuestro corazón no puede pensar tanto en sí mismo como para olvidarse del don que tiene para dárselo a otro. Es una tarea que tenemos que hacer; pero no la podemos hacer si no valoramos primero el don que podemos tener en nuestras manos, si no somos nosotros los que acogemos, los que recibimos el don de Dios. Un don que tiene que vivirse, que tiene que manifestarse, de una manera muy especial, a través de nuestro testimonio de vida; un don que no es tanto la teoría y consejos que podemos decir a los demás, sino sobre todo, lo que nosotros estamos haciendo con nuestra vida.
A lo mejor, tendremos que aprender a perdonar y sembrar así el perdón en los demás. Pero para lograr esto tenemos que aceptar el que nosotros también nos hemos equivocado, o tenemos que aceptar dar el primer paso para tender la mano, porque sin duda ese camino de la paz no se podrá llevar con plenitud y verdad, mientras nosotros no aceptemos con plenitud y verdad el plan de Dios sobre nuestra vida.
Mis oraciones siempre por ti....
lunes, 10 de diciembre de 2007
Adviento,Tiempo de Gracia y Bendición
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
En cada adviento revivimos, con la fe, y volvemos hacer presente en la esperanza la primera venida de Cristo en su carne sencilla, prestada por María, hace más de dos mil años. Y al mismo tiempo ese adviento, todo adviento, nos lanza y nos proyecta y nos hace desear la última venida de Cristo al final de los tiempos en toda su gloria y majestad, como nos describe san Mateo en el capítulo 25: “Ven, Señor Jesús”. Pero también en cada adviento, si vivimos en clave de amor y fe, podemos recibir y descubrir la venida intermedia de Cristo en su Eucaristía –detrás de ese pan y vino, que ya no es pan ni vino, sino el Cuerpo y la Sangre de Cristo-, en el prójimo necesitado –pregunten, si no, a San Martín de Tours(San Martín Caballero) cuando dio la mitad de su manto a ese pobre aterido de frío en pleno invierno francés hace ya muchos años, y en la noche Cristo se le apareció vestido con esa mitad del manto para agradecerle ese hermoso gesto de caridad-, o también descubrir el rostro de Cristo detrás de ese dolor o adversidad de la vida. Cristo continúa viniendo.El adviento es continuo y eterno. El hombre vive en perpetuo adviento. Cristo viene siempre, cada año, cada mes, cada semana, cada día, cada hora y cada minuto. Basta estar atento y no embotado en las mil preocupaciones.
Mis oraciones siempre por ti....
jueves, 6 de diciembre de 2007
DIOS viene,nuestro Salvador.
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
El Adviento invita a los creyentes a tomar conciencia de esta verdad y a actuar coherentemente. Resuena como un llamamiento provechoso que tiene lugar con el pasar de los días, de las semanas, de los meses: ¡Despierta! ¡Recuerda que Dios viene! ¡No vino ayer, no vendrá mañana, sino hoy, ahora! El único verdadero Dios, el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob» no es un Dios que está en el cielo, desinteresándose de nosotros y de nuestra historia, sino que es el Dios-que-viene.
Es un Padre que no deja nunca de pensar en nosotros, respetando totalmente nuestra libertad: desea encontrarnos, visitarnos, quiere venir, vivir en medio de nosotros, permanecer en nosotros. Este «venir» se debe a su voluntad de liberarnos del mal y de la muerte, de todo aquello que impide nuestra verdadera felicidad, Dios viene a salvarnos.
Vivamos pues este nuevo Adviento --tiempo que nos regala el Señor del tiempo--, despertando en nuestros corazones la espera del Dios-que-viene y la esperanza de que su nombre sea santificado, de que venga su reino de justicia y de paz, y que se haga su voluntad así en el cielo como en la tierra.
Mis oraciones siempre por ti....
El Adviento invita a los creyentes a tomar conciencia de esta verdad y a actuar coherentemente. Resuena como un llamamiento provechoso que tiene lugar con el pasar de los días, de las semanas, de los meses: ¡Despierta! ¡Recuerda que Dios viene! ¡No vino ayer, no vendrá mañana, sino hoy, ahora! El único verdadero Dios, el Dios de Abraham, de Isaac y Jacob» no es un Dios que está en el cielo, desinteresándose de nosotros y de nuestra historia, sino que es el Dios-que-viene.
Es un Padre que no deja nunca de pensar en nosotros, respetando totalmente nuestra libertad: desea encontrarnos, visitarnos, quiere venir, vivir en medio de nosotros, permanecer en nosotros. Este «venir» se debe a su voluntad de liberarnos del mal y de la muerte, de todo aquello que impide nuestra verdadera felicidad, Dios viene a salvarnos.
Vivamos pues este nuevo Adviento --tiempo que nos regala el Señor del tiempo--, despertando en nuestros corazones la espera del Dios-que-viene y la esperanza de que su nombre sea santificado, de que venga su reino de justicia y de paz, y que se haga su voluntad así en el cielo como en la tierra.
Mis oraciones siempre por ti....
sábado, 1 de diciembre de 2007
Vivir en Fe
Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
HAY VARIOS OBSTÁCULOS QUE DEBEMOS SUPERAR AL VIVIR EN FE:
La primera dificultad es LA DUDA, o podemos llamarla INSEGURIDAD, es cuando ponemos esa pregunta ante Dios y decimos: "¿Cómo hago?" No hay nada malo en dudar. Cuando Gabriel se acercó a María le dijo: "Concebirás un Hijo, el Hijo de Dios". Y ella dijo: "Pero, ¿cómo? Yo no estoy casada". No es malo dudar, pero la cuestión es qué hacemos con la duda, porque la duda y la inseguridad es una reacción humana, pero lo que puede ser pecaminoso es lo que hacemos con la duda.
Hay un principio espiritual muy importante: "Cuanto más ofreces, más recibes", pero es sólo en fe. Y también me dice que no debo esperar este regalo de Dios, porque no es un préstamo. Yo no presto algo a Dios, y yo no le digo: "Dios, a ver, devuélveme". Es un acto de amor y de fe, pero a Él le encanta devolverme.
Mis oraciones siempre por ti....
HAY VARIOS OBSTÁCULOS QUE DEBEMOS SUPERAR AL VIVIR EN FE:
La primera dificultad es LA DUDA, o podemos llamarla INSEGURIDAD, es cuando ponemos esa pregunta ante Dios y decimos: "¿Cómo hago?" No hay nada malo en dudar. Cuando Gabriel se acercó a María le dijo: "Concebirás un Hijo, el Hijo de Dios". Y ella dijo: "Pero, ¿cómo? Yo no estoy casada". No es malo dudar, pero la cuestión es qué hacemos con la duda, porque la duda y la inseguridad es una reacción humana, pero lo que puede ser pecaminoso es lo que hacemos con la duda.
Hay un principio espiritual muy importante: "Cuanto más ofreces, más recibes", pero es sólo en fe. Y también me dice que no debo esperar este regalo de Dios, porque no es un préstamo. Yo no presto algo a Dios, y yo no le digo: "Dios, a ver, devuélveme". Es un acto de amor y de fe, pero a Él le encanta devolverme.
Mis oraciones siempre por ti....
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