lunes, 26 de agosto de 2013

Alma Contemplativa:


Espero que estas letras te encuentren con entusiasmo.
El contemplativo se levanta para decir al mundo que hay otros valores que valen más; el alma contemplativa se pone frente al mundo, para ser testigo de Dios que vive en el interior de su alma en cada uno de los días de su vida; el contemplativo está en el mundo para dar testimonio de la posibilidad de la vida en unión suprema con Dios.
Los medios de que se vale la vida contemplativa para lograr esta unión son claros: Fe profunda en Dios y en el misterio revelado; ilimitada confianza en la bondad del Señor y en los beneficios que derrama abundantemente, sobre las almas que se le confían; y amor inmenso en el más alto grado, en la llama de amor más viva y, por tanto, una vida profunda de continua oración. Y en la medida en que alma contemplativa realiza este ideal, realiza su plan contemplativo; y en la medida en que no está a la altura de este ideal de oración y contemplación, falla en su finalidad y en sus objetivos.
Una vida de intenso sacrificio y de profundo amor a la cruz. Y, ¿esto para qué? Para poder realizar aquel aforismo de San Juan de la Cruz: “Amar a Dios es despojarse, por Dios, de todo lo que no es Dios”.
Mis oraciones siempre por ti....